St. Dominic Catholic Church

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Homilies


2019-8-11-Fr. Roberto-19th Sunday-Yr C-Spanish

 

 

Homilía para el 19° Domingo de Tiempo Ordinario – Año C

P. Roberto Corral, OP

Iglesia Sto. Domingo, Eagle Rock

11 agosto 2019

 

Título: Nuestra Torre de Seguridad

Tema: Sólo Dios puede ser nuestra seguridad en esta vida.

Lecturas: Sabiduría 18, 6-9; Hebreos 11, 1-2, 8-19; Lucas 12, 32-48

 

Hace unos  cinco años cuando yo estaba en otra parroquia, un ladrón entró en nuestra rectoría y nos robó. Llevó dinero, una computadora, cosas personales, y ¡hasta comida! ¿Cuántos de ustedes han experimentado un robo en su casa? Se siente bien feo, ¿verdad? Se siente uno vulnerable porque algún extraño ha violado su especio personal y familiar. Y uno se siento con algo de miedo e inseguridad pensando que a lo mejor vendrán de nuevo en otra ocasión. De semejante manera, los recientes tiroteos masivos y asesinatos en Gilroy, Dayton y El Paso nos han hecho sentir mal, ¿qué no? Esos pistoleros son como ladrones que han irrumpido en nuestras vidas y, no solo han robado la vida de sus víctimas, sino que también a todos nosotros nos han robado nuestra paz, nuestra seguridad, y nos han traído miedo e inseguridad.

 

Obviamente, Dios está en contra de toda violencia, sobre todo este tipo de asesinato en masa, pero a la vez, Dios puede utilizar este tipo de tragedia para hacernos pensar en nuestras vidas. Primero, nos hace sentir agradecidos por nuestras vidas, nuestros seres queridos, y todas nuestras bendiciones. Pero todavía más, Dios aprovecha de estas tragedias para impulsarnos a que nos preguntemos a nosotros mismos adónde vamos a buscar y a encontrar nuestra seguridad, paz, y alegría definitivas.

 

La cosa es que tú y yo a veces caemos en la tentación de pensar que mientras que tengamos suficiente dinero, trabajo, salud, cosas, mientras que tengamos a nuestra familia, amigos, a nuestra casa, vamos a estar bien, tranquilos, satisfechos y seguros. O sea, edificamos nuestra “torre de seguridad” en las cosas, las personas o las instituciones de este mundo. Y todas esas cosas son buenas, y está bien tratar de conseguirlas y confiar en ellas hasta cierto punto. Pero nunca, nunca, nunca podrán ser nuestra paz, nuestra seguridad, o nuestra alegría definitivas. Los recientes tiroteos, las redadas de ICE y otros asuntos con la inmigración, los problemas en nuestro gobierno aquí y en otros países del mundo, y la crisis de abuso sexual en la nuestra iglesia católica nos recuerdan que todas las cosas de este mundo son pasajeras; que todas las instituciones de este mundo son imperfectas; y que sólo Dios puede ser nuestra torre de seguridad, nuestra roca de fe, y el fundamento de nuestras vidas en este mundo. ¿Amén? ¡Amén!

 

Las lecturas de hoy hablan de la fe de personas que han sufrido mucho en este mundo, y sin embargo, han sido fieles a Dios, y en él han encontrado su seguridad y paz. En la primera lectura escuchamos de la fidelidad de los judíos en Egipto esperando la liberación del éxodo; en la segunda lectura escuchamos de la fe de Abraham y Sara enfrentándose con la infertilidad y con muchas otras inseguridades. Y en el Evangelio, San Lucas está tratando de consolar y animar a su comunidad cristiana sufriendo persecuciones y la inseguridad de la tardanza de la Segunda Venida de Jesús.  

 

Lucas les está diciendo que sigan esperando con fe, perseverancia y diligencia, y que estén preparados. De la misma forma Jesús nos está pidiendo a nosotros hoy en día que tengamos esa misma fe, perseverancia y diligencia. Jesús nos urge que no dejemos que los ladrones, los asesinos, los gobiernos, los sacerdotes y obispos abusadores ni nadie ni nada más nos quiten nuestra paz, nuestra fe, nuestra seguridad y nuestra alegría. Y nos reta a que encontremos sólo en Dios el fundamento de nuestra vida.