St. Dominic Catholic Church

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Homilies


¿Tu Mejor O Tus Sobras? 2019-9-22 Padre Roberto

 

 

Homilía para el 25° Domingo de Tiempo Ordinario – Año C

P. Roberto Corral, OP

Iglesia Sto. Domingo, Los Angeles, CA

22 septiembre 2019

 

Título: ¿Lo mejor o Las Sobras?

Tema: ¿Estás dando a Jesús lo mejor de tu tiempo, energía, talento y dinero, o tus sobras?

Lecturas: Amos 8, 4-7; 1Timoteo 2, 1-8; Lucas 16, 1-13

 

En 1986, cuando era un fraile dominico estudiante, pasé nueve meses estudiando teología con los dominicos en la Ciudad de México, y durante ese tiempo pasé la Semana Santa con los dominicos la ciudad de Oaxaca, en el sur de México. Y ahí es donde encontré una de las iglesias más hermosas que he visto en mi vida. El exterior de la iglesia está más o menos bien, pero lo que realmente me impresionó fue el interior. Es una iglesia de estilo barroco, por lo que casi cada centímetro de espacio en el interior está cubierto con algún tipo de arte religiosa o decoración. Lo que realmente se destaca es el retablo, la pared detrás del altar principal. Puedes ver una foto del retablo en la página uno de tu folleto. El retablo tiene unos 20 o 25 metros de altura, más alto que nuestro santuario aquí. Está hecho de hermosa madera de cedro que está cubierta con imágenes de santos y otros diseños tallados a mano, y luego todo el retablo está pintado con pan de oro de 23.5 quilates; de hecho, todas las paredes y techos de la iglesia están llenos de pan de oro, que es muy hermoso pero también muy caro.

 

Es interesante notar que el área que rodea esta hermosa iglesia siempre ha sido relativamente pobre. Entonces se puede preguntar por qué gastaron tanto dinero en esta iglesia y todas estas decoraciones costosas en medio de un vecindario tan pobre; se podría haber sido usado para ayudar a los pobres en el área en lugar de usarlo para la iglesia. La cosa es que las personas que construyeron esta iglesia – y tomó muchos años para construirla en los siglos 16 y 17 – querían darle a Dios lo mejor: los mejores materiales que podían encontrar y su mejor tiempo y trabajo. Sacrificaron sus propias necesidades para darle a Dios lo mejor que podían porque creían que eso es lo que Dios merece: lo mejor.

 

Yo creo que Jesús está diciendo algo similar a nosotros en el Evangelio de hoy. Este Evangelio es bastante extraño porque, a primera vista, parece que Jesús está alabando al administrador deshonesto por ser deshonesto. Obviamente, eso no es el caso; Jesús lo alaba por usar su mejor energía y esfuerzo por el bien de lo que más le importaba – sí mismo. Entonces, lo que Jesús nos desafía a hacer es usar nuestros mejores esfuerzos y energía, no para nosotros mismos, como el administrador deshonesto, sino para Jesús.

 

Esta es la tercera semana de nuestra serie de predicación, "Todo Por Jesús". La primera semana, les desafié a hacer de sus vidas todo por Jesús al ubicarlo en el trono de sus corazones; en otras palabras, en ponerlo en el centro de tu vida para que todo lo demás en tu vida sea determinado, formado y fluya a partir de esa relación primordial con Jesús. La semana pasada, prediqué que nuestro camino espiritual en la vida tendrá muchos altibajos, pero la asombrosa gracia, amor y perdón de Dios siempre pueden superar nuestras luchas y fracasos y pueden ayudarnos a seguir avanzando en ese camino espiritual hacia Jesús. Hoy, les desafío a que entiendan que hacer que nuestras vidas sean todo por Jesús significa darle lo mejor de nosotros: nuestro mejor tiempo, energía y esfuerzo, y no nuestras sobras.

 

Ahora, ¿qué significa dar a Jesús lo mejor? Significa, por ejemplo, hacer tiempo para venir a Misa todas las semanas, no solo de vez en cuando, no solo cuando te den las ganas, no solo cuando sea conveniente, y no solo cuando necesites algo, sino cada ocho días. Jesús dio su vida por ti; él te ha dado la vida eterna, y aparte te ha todo lo que tienes en este mundo. Y te da 168 horas cada semana. Entonces, ¿no puedes darle a Jesús una o dos de esas horas para agradecerle y alabarlo y pedirle ayuda por venir a Misa? A lo mejor podrías decirme que no puedes asistir a Misa porque tus hijos tienen juegos de fútbol o béisbol, natación, baile o gimnasia, etc. Pues piensa en quién te dio a tus hijos y quién te dio hijos que están lo suficientemente saludables como para participar en esas actividades. ¿Y piensa en quién te da a ti el tiempo, la energía, el dinero, el deseo y la capacidad de hacer tanto por tus hijos? Entonces, padres, por favor, ¡enseñen a sus hijos que Jesús, su fe y la Misa son más importante que el deporte, más importante que ir al cine e incluso más importante que ir de compras el domingo!

 

Darle lo mejor a Jesús también significa apartar tiempo de calidad para orar cada día o al menos la mayoría de los días. No puedo decirles cuántas personas me han dicho: "Padre, rezo todas las noches antes de dormir mientras estoy acostado en la cama". Bueno, qué bueno que pienses en Dios en ese momento; sin embargo, ¿es ese tu mejor tiempo, cuando estás alerta y concentrado? [Imita a alguien que se duerme mientras reza...] Dale a Jesús al menos 15 minutos de tiempo de oración de calidad cada día si puedes.

 

Dar lo mejor al Señor también significa dar algo de nuestro tiempo, talento y energía para servir a los demás, ya sea que lo hagas sirviendo en algún ministerio aquí en la iglesia o sirviendo en alguna organización cívica o caritativa. Si Santo Domingo es dónde vienes a Misa, este es tu hogar espiritual y donde te alimentas espiritualmente. Por lo tanto, esta parroquia debe ser un lugar primario donde sirves a los demás. Si no estás usando tu tiempo, energía y talentos para darle gloria a Dios y servir a los demás de alguna manera, entonces no le estás dando lo mejor a Jesús.

 

Finalmente, dar a Jesús lo mejor de ti también significa dar lo mejor de tus finanzas. El dinero es una parte importante de nuestras vidas y, por lo tanto, es una parte importante de nuestra relación con Jesús. Si preguntaras a las personas que cuentan nuestra colecta cada semana cuántos billetes de un dólar hay en esa colecta cada semana te dirían que un montón – ¡alrededor de 1,200 o 1,400! Ahora, si todo lo que puedes dar en la colecta es uno o dos dólares, entonces está bien; Dios lo sabe y te bendice por ello. Pero me atrevo a decir que la mayoría de ustedes pueden dar más de uno o dos dólares. En la Misa puedes recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesús en la Eucaristía, recibes la palabra de Jesús en la Biblia, y recibes a Jesús a través de la predicación, el canto, la oración y el apoyo de esta comunidad. ¿Cuánto valor tiene eso para ti? ¿Sólo un dólar? ¿Dos dólares? ¡Tiene que significar más para ti que eso! ¡Tiene que significar más para ti que un Frappuccino de Starbucks o una coca y un pedazo de pizza! Entonces, muestra cuán importante es Jesús, es tu fe, es la Misa, es esta parroquia para ti por dar generosamente en la colecta.

 

La Biblia tiene mucho que decir acerca de darle lo mejor a Dios, por lo que quiero compartir con ustedes una escritura. Está en la página 2 de sus folletos en la parte superior, y dice así:Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de todos tus productos” (Proverbios 3, 9). La frase "primeros frutos" significa lo primero, antes que nada, lo mejor, desde la parte superior, no desde la parte inferior. Entonces, mi pregunta para todos ustedes hoy es, ¿honras a Dios con tus primeros frutos, o sea, con tu mejor tiempo, energía y dinero? ¿O le das a Dios tus segundos frutos, terceros frutos o tal vez incluso tus últimos frutos, es decir, cualquier tiempo, energía y dinero que quede después de haber hecho todo lo demás?

 

Mis hermanos y hermanas, las personas que construyeron la Iglesia de Santo Domingo en Oaxaca no le dieron a Dios los materiales más baratos ni su tiempo y energía sobrantes cuando construyeron su iglesia. Le dieron a Dios lo mejor que podían porque creían que eso es lo que Dios merece. Entonces, por favor, no le des a Dios tus sobras; dale a Dios, dale a Jesús lo mejor de ti.