St. Dominic Catholic Church

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Homilies


¿Me Amas? 2020-5-17 6° Domingo Pascua P. Roberto

 

 

Homilía para el 6° Domingo de Pascua – Año A
P. Roberto Corral, OP
Iglesia de Santo Domingo, Los Angeles, CA
17 de Mayo 2020

Título: ¿Me Amas?
Tema: Si realmente amamos a Jesús tenemos que mostrar nuestro amor para él por amar, perdonar y servir a los demás.
Lecturas: Hechos 8, 5-8, 14-17; 1Pedro 3, 15-18; Juan 14, 15-21

¿Me amas? – Todavía me recuerdo bien, aunque hace un chorro de años, que hice esa pregunta a una novia que yo quería mucho; inclusive, quería casarme con ella. Le pregunté: “¿Me amas? ¿Quieres casarte conmigo?” Y ella me miró con esos lindísimos ojos azules y con esa sonrisa encantadora, y me contestó: “Mmm, ¿por qué no seamos amigos nomás?” ¡Mujer ingrata – cómo me hizo llorar! Cómo son las mujeres, ¿verdad, muchachos?

En serio, esa pregunta – ¿Me amas? – es una de las preguntas más importantes que una persona puede hacer a otra. Es la pregunta que se hacen los novios, los esposos y las parejas, que se hacen los hijos a los padres y los padres a los hijos. Pero también es una pregunta importante en cuanto nuestra relación con Dios. Por ejemplo, ¿cuántas veces hemos preguntado a Dios: “¿Me amas, Diosito?” Ahora bien, esa pregunta muchas veces va acompañada por otras como: “Si me amas, Señor, entonces ¿por qué has permitido esta horrible situación en mi vida? ¿Por qué he perdido mi salud, o mi trabajo, o mi casa, o mi ser querido? U hoy en día, ¿por qué has permitido esta pandemia si nos amas?” Pues, primero, déjenme decirles que esta forma de hacer interrogatorios a Dios es muy normal, humana y entendible cuando estamos pasando por momentos difíciles. Y Dios es lo suficientemente grande, paciente y comprensivo para poder aguantar nuestras preguntas, dudas y luchas de fe.

Jesús contesta a este tipo de pregunta en el Evangelio de hoy. Dice a sus apóstoles en diferentes palabras – y a nosotros también – que sí nos ama. Dice en el Evangelio, “No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes,” “…ustedes [están] en mí y yo en ustedes…” “…yo lo amaré y me manifestaré a él.” Todas éstas son formas en que Jesús asegura a los apóstoles y a nosotros que sí, verdaderamente, nos ama. En la Biblia y en nuestras vidas Jesús nos ha dicho y nos ha mostrado una y otra vez que nos ama, que está al pendiente de nosotros, 
que siempre estará con nosotros y que siempre nos cuidará.

La cosa es que, esa pregunta – “¿Me amas?” – va en ambos sentidos: es la pregunta que hacemos a Jesús, y también es la pregunta que Jesús hace a nosotros: “¿Y tú me amas a mí?” 
Entonces, ¿cómo contestaríamos tú y yo a esa pregunta? ¿Amas a Jesús? Suena como una pregunta muy sencilla y básica pero es, a la vez, es crucial. Su pregunta no es si lo conozcas ni aun si creas en él, sino es si realmente lo amas. Entonces, voy a  pedirles a los que estén dispuestos, que en un momento tranquilo, durante nuestra Misa o más tarde, se hagan esta pregunta: “En lo más profundo de mi corazón, ¿puedo decir, honestamente, que yo amo a Jesús?” 

Muy bien, si tú puedes decir que sí amas a Jesús, hay una segunda pregunta para ti que viene del Evangelio de hoy, y es esta: ¿cómo das prueba de ese amor que le tienes a Jesús? Porque Jesús dijo en el Evangelio hoy: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos,” y allí está el detalle. 
Si realmente amamos a Jesús tenemos que probarlo por cumplir sus mandamientos. Y ¿cuáles son los mandamientos de Jesús? Pues claro que hay muchas cosas que Jesús nos manda hacer en los evangelios, pero yo diría que básicamente se pueden reducir a tres mandamientos principales: amar, perdonar y servir.

Entonces, como en cualquier relación importante que tenemos nosotros, si realmente decimos que amamos a alguien, tenemos que respaldar esas palabras con pruebas de nuestro amor. Y las pruebas que damos de nuestro amor para Jesús son más que nada, amar, perdonar y servir a los demás. Como dijo Jesús en otro evangelio: “Cuando lo hiciste con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hiciste a mí.”

Cada día, pero especialmente durante tiempos difíciles, como en esta pandemia, tenemos muchas oportunidades para dar pruebas de nuestro amor para Jesús por amar, perdonar y servir a los demás, sobre todo a las personas con las que vivimos que a veces nos hacen perder la paciencia, no caen gordo, nos frustran, etc. Es fácil decir que amamos a Jesús aquí en la Misa cuando estamos más o menos bien y cómodos. Pero damos las mejores pruebas de nuestro amor para Jesús cuando estamos afuera de la Misa y tratamos de amar, perdonar y servir a las personas a nuestro alrededor. En otras palabras, el campo de batalla de nuestra fe no es tanto aquí en Misa, sino allá afuera en el mundo.

Así que, a lo mejor es tiempo que muestres tu amor en una forma concreta para un familiar, para un vecino, para un compañero en el trabajo o en la escuela; a lo mejor es tiempo que pidas perdón de u ofrezcas perdón a una persona, o que sirvas de alguna forma a una persona cerca de nosotros. Solo así puedes dar prueba que realmente amas a Jesús.