St. Dominic Catholic Church

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Homilies


Creer Es Ver 2021-8-1 P. Roberto

 

 

Homilía para el Decimoctavo Domingo del Tiempo Ordinario - Año B 
Padre Roberto Corral, OP 
Iglesia Sto. Domingo, Los Angeles, CA 
1 de agosto de 2021 
Semejante a la homilía de 2009 a continuación

Título: Creer Es Ver 
Tema: Cuando creemos, podemos ver una realidad más profunda y podemos empezar a ver como Jesús
Lecturas: Ex 16, 2-4, 12-15; Efesios 4, 17, 20-24; Juan 6, 24-35 

Hay un dicho bastante conocido que dice así: “Ver es creer.” ¿Lo han oído? Quiere decir que a veces no creemos algo hasta que lo veamos con nuestros propios ojos. Utilizamos otras frases para decir la misma cosa; por ejemplo, “Dame prueba, muéstramelo, que conste,” etc. “Ver es creer” es una verdad para nosotros en muchas ocasiones. Sin embargo, nuestras lecturas de hoy nos dicen que si ponemos esta oración al revés vamos a descubrir una verdad aún más importante y más útil: “Creer es ver.” 
O sea, cuando realmente creemos, podemos ver las cosas en una forma diferente, podemos ver más allá de lo que está en frente de nosotros y ver una realidad más profunda. Y, al contrario, cuando no creemos, cuando no tenemos suficiente fe, 
no vamos a poder ver muy bien, no vamos a poder ver lo que Dios quiere que veamos. 

Por ejemplo, en la primera lectura de hoy los israelitas se quejan porque están padeciendo hambre en el desierto. Entonces, Dios les provee maná y codornices. Sin embargo, Dios quiere que la gente mire más allá de estos regalos como simplemente comida para llenar sus barrigas; él quiere que vean la realidad más profunda de que estos alimentos son una muestra de su fidelidad, de su presencia y amor para con ellos, 
y de su deseo de que tengan una relación más profunda con él. Lamentablemente, a lo largo de su camino de cuarenta años en el desierto, la mayoría de los israelitas no llegan a tener la fe necesaria, y, por eso, nunca llegan a ver esta realidad más profunda.

Ahora, pasando al Evangelio de hoy, la gente le pregunta a Jesús: ¿Qué señal vas a realizar tú, para que la veamos y podamos creerte?” Acuérdense que Jesús acaba de dar de comer milagrosamente a la muchedumbre. Me imagino que Jesús ha de haber pensado: “¡Por favor! – acabo de dar de comer a 5,000 y más personas – ¿qué más señales quieren?” Pero si somos honestos, también le pedimos a Dios semejantes señales por rogarle: “Enséñame, Señor, que estás conmigo, enséñame que existes, muéstrame tu amor por contestar mis oraciones,” etc. Y, otra vez, me imagino que Dios nos quiere contestar: “¡Por favor! – mira a tu vida, y ábrete los ojos! ¿Cuántas veces te he ayudado, apoyado, curado, guiado, y fortalecido para que sigas adelante? ¿Qué más señales quieres?” Entonces, nos queda la pregunta ¿podemos mirar más allá de los eventos y circunstancias de nuestras vidas y ver la realidad más profunda de la presencia y del amor de Dios para con nosotros? 

Creer es ver: cuando realmente creemos podemos ver la presencia de Dios a todo nuestro alrededor, en cada acontecimiento y en cada persona. ¿No es el caso para los de ustedes que han tenido un encuentro personal con el Señor? ¿Se acuerdan que antes, cuando no estaban tan cerca de Dios, pasaban cosas en sus vidas y no se daban cuenta de nada en especial? Pero ahora que creen más, pueden ver las mismas cosas ¡y ver a Dios en todas partes! ¿No es así? Cuando realmente creemos en Dios empezamos a ver las cosas en una forma diferente y ver una realidad más profunda. Y, al contrario, cuando no creemos lo suficiente, se nos va a dificultar ver claramente a Dios y a aquella realidad más profunda. 

Hoy, y en las próximas semanas, Jesús estará hablando en los evangelios de que él es el Pan de la Vida. Él está diciendo a sus oyentes de hace 2,000 años y a nosotros hoy, 
que él es el alimento esencial para nuestras vidas en cuanto sus enseñanzas y su ejemplo de vida. Pero más que eso, nos estará diciendo que él quiere darnos a su Cuerpo y su Sangre en la Eucaristía. Lamentablemente, muchos de sus discípulos en aquel entonces no le creyeron, y por eso no pudieron ver la realidad que él quería que vieran. También, lamentablemente, muchas personas hoy en día tampoco creen en esta presencia de Jesús en la Eucaristía, incluso bastantes católicos. No pueden ver más allá de este pedacito de pan (sostener una hostia no consagrada), no pueden ver la realidad más profunda de un Dios que se entregue totalmente a nosotros en cada Misa: Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. 

Hermanos y hermanas, ver es creer – claro que eso es cierto en muchas circunstancias. Pero creer es ver es todavía una verdad más importante y profunda. Jesús nos está diciendo hoy: “Mira más allá de las apariencias y veme a mí en este pedacito de pan; 
me entrego completamente a ti en la Eucaristía. Y, pase lo que pase en tu vida – para bien o para mal – mira más allá de la situación, y veme a mí a tu lado, veme a mí en los demás, veme a mí en cada momento.”