St. Dominic Catholic Church

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Homilies


Ganar por Perder 2022-2-13 P. Roberto

 

 

6º Domingo del Tiempo Ordinario – Año C
Iglesia de Santo Domingo, Los Ángeles, CA
13 de febrero de 2022

Título: Ganar por Perder
Tema: En nuestra fe y en la vida, se gana por perder.
Lecturas: Jeremías 17, 5-8; 1 Corintios 15, 12, 16-20; Lucas 6, 17, 20-26

Como la mayoría de ustedes saben, ¡hoy es domingo del Superbowl! ¿Cuántos de ustedes van para los Rams de Los Angeles? ¿Cuántos de ustedes van para los Bengals de Cincinnati? ¿A cuántos de ustedes les vale papas todo lo del Superbowl? Los grandes eventos deportivos competitivos como el Superbowl, los Juegos Olímpicos, la Copa Mundial, etc. pueden ser muy divertidos y generar una sensación de logro y orgullo para 
el equipo ganador, los fanáticos, la ciudad y el país. Y no hay nada de malo en hacer porras a tu equipo o atleta favorito. 

Pero debemos tener cuidado porque, de alguna manera, el Superbowl, los Juegos Olímpicos o la Copa Mundial simbolizan lo que el mundo considera la máxima medida del éxito o la grandeza en la vida. Es tan irónico que hoy, en el domingo del Superbowl, 
Jesús nos da en nuestro Evangelio una forma completamente diferente – y mucho más verdadera e importante – de ver el éxito y la grandeza. Así que hoy, a ti y a mí se nos presenta una elección entre lo que el mundo nos dice que es lo más importante, lo que nos hará verdaderamente exitosos, grandes y felices, y lo que Jesús y el Evangelio nos dicen. 

Por ejemplo, el mundo nos dice una y otra vez que el éxito significa tener todo lo que deseas; de hecho, significa tener más de lo que quieres. El mundo nos dice que ganar lo es todo, y que debemos ganar a toda costa, incluso si eso significa hacer trampa, incluso si significa derribar a otros para que puedas levantarte a ti mismo. El mundo también nos dice que la grandeza se trata de ser más grande, mejor, más fuerte, o más inteligente que los demás, o sea, ser el más fregón de todos. Se trata de obtener poder, prestigio, posesiones e influencia sobre los demás.

Sin embargo, en las Bienaventuranzas que escuchamos hoy, y en muchas de sus otras enseñanzas, Jesús pone patas arriba todas estas ideas e ideales mundanas. Él dice exactamente lo contrario de lo que dice el mundo. Por ejemplo, Jesús nos dice hoy y una y otra vez, que el éxito no viene de tener más, sino de tener menos;  que recibes cuando das, y que eres bendecido cuando sufres porque te ayuda a confiar más en Dios que en ti mismo. 

Jesús nos dice que se gana por perder, por perder la necesidad y el deseo de ganar, de ser más grande, mejor, más fuerte o más inteligente que los demás. Jesús dice que ganas cuando pierdes porque te libera de las demandas irreales e implacables de tu ego – tu yo falso – de competir continuamente y compararte con los demás. Jesús nos dice que la verdadera grandeza no viene del poder, el prestigio y las posesiones o cualquier otra cosa fuera de nosotros mismos; viene de lo que está en nuestro corazón. La verdadera grandeza proviene de vivir para Dios y para los demás, no para nosotros mismos. Entonces, ¿quién tiene razón, el mundo o Jesús? Bueno, permítanme darles un ejemplo de por qué sé que Jesús tiene la razón. 

Como sacerdote he celebrado cientos y cientos de funerales. Y en esos funerales, cuando la gente habla de su ser querido que ha muerto, casi nunca hablan de cuánto dinero tenía o qué gran casa o carro o qué ropa tenía esa persona, o cuán guapo era, o cuán exitoso era en los negocios o en los deportes. Hablan de quién era esa persona, cuánto los amaba, los ayudaba, los perdonaba. Hablan de lo que había en el corazón de esa persona – su amor y su bondad – no de lo que había en su cartera o bolsa, porque lo que hay en nuestros corazones es mucho más importante que cualquier otra cosa, y es lo que verdaderamente impacta a los demás. Entonces, la pregunta es, ¿qué quieres que la gente diga de ti en tu funeral? Piensa en eso.

Y eso es lo que quiere decir Jesús en las Bienaventuranzas y en todas sus enseñanzas. 
Como él dice en otro Evangelio: “…Busquen primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se les dará”. Por lo tanto, mis hermanos y hermanas, busquen primero lo que Jesús dice que debe estar en su corazón, que lo que el mundo dice que necesitan. Así que, adelante, en disfrutar del Superbowl hoy si quieres. Sigue adelante y trabaja duro para lograr el éxito en tu vida para mantenerte a ti mismo y a tu familia. Todo eso está bien. Pero nunca, nunca hagas del éxito mundano, de ganar o de la grandeza tu objetivo final en la vida. Como nos dice hoy Jesús en las Bienaventuranzas, se gana por perder. Ganarás por entregar tu vida a Jesús y poner tu confianza en él en lugar de en ti mismo. Solo así encontrarás el verdadero éxito, la verdadera grandeza y la verdadera felicidad en tu vida.