St. Dominic Catholic Church

Homilies

Amor Verdadero 2019-9-29 Padre Roberto

 

 

Homilía para el 26° Domingo de Tiempo Ordinario – Año C

P. Roberto Corral, OP

Iglesia de Santo Domingo, Los Angeles, CA

29 septiembre 2019

 

Título: Amor Verdadero

Tema: ¿Tenemos un amor profundo, permanente y verdadero por Jesús?

Lecturas: Amos 6,1a, 4-7; 1Timoteo 6, 11-16; Lucas 16, 19-31

 

Un hombre americano llamado John Wood trabajaba como director de mercadeo para Microsoft en Asia. Tenía 33 años, ganaba mucho dinero y tenía un futuro prometedor. Pero,  en 1998, durante un viaje de negocios para Microsoft, se encontró con una escuela remota que atiende a 450 niños al pie del Himalaya en Nepal. Desafortunadamente, la escuela tenía un gran problema: no tenía ningún libro para los niños. El señor John se sintió tan conmovido por su necesidad que eventualmente usó su propio dinero para comprar y enviarles cientos de libros en una caravana de burros. Después, cuando John se enteró de lo felices que eran los niños al recibir los libros, lo impactó tanto que le cambió la vida. Poco después, dejó su trabajo en Microsoft y, en el año 2000, fundó un programa de alfabetización sin fines de lucro llamado en inglés, "Room to Read," en español, “Lugar para Leer”. En la página uno de sus folletos, pueden ver el logotipo de la organización y algunas de las cosas increíbles que ha logrado en los últimos 19 años: ha ayudado a 16,8 millones de niños en 16 países; ha entrenado a 10,000 maestros cada año; ha establecido o ampliado 37,000 escuelas y bibliotecas; y ha distribuido26 millones de libros.

 

Cuando me enteré de esta increíble historia hace unos años, me quedé atónito. Mi reacción fue: "¡Guau, qué impacto ha tenido una sola persona en tantas vidas!" Y la pregunta que quiero hacerles es, ¿qué creen que le causó a John Wood hacer todo esto? ¿Qué lo llevó a dejar un gran trabajo, mucho dinero y una brillante carrera? ¿Y qué lo ha inspirado a seguir en la misma línea durante estos diecinueve años? Porque estoy seguro que no ha sido fácil hacer todo lo que ha hecho. Podría ser cualquier número de cosas, pero yo adivino que la principal fuerza impulsora que lo ha inspirado hacer todo esto es el amor. Porque todo lo bueno que ha logrado durante estos 19 años solo puede ser sostenido por algo tan fuerte y duradero como el amor: un amor profundo, comprometido y verdadero.

 

Espero que todos aquí hayan experimentado este tipo de amor. Espero que cada uno de ustedes haya recibido en algún momento de tu vida un amor profundo, comprometido y verdadero; y más importante, espero que hayas dado ese tipo de amor. El verdadero amor se trata de entregarse a otra persona, ¿no es así? Solo piensa en todas las cosas que has hecho en tu vida porque realmente amabas a alguien. El verdadero amor siempre te sacará de ti mismo y te impulsará hacia los demás; siempre te inspirará a crecer, a cambiar, a sacrificarte y a comprometerte con esa relación. El amor verdadero, a fin de cuentas, impacta tanto al que es amado como al que ama, y ​​el verdadero amor siempre te hará una mejor persona.

 

En el Evangelio de hoy tenemos otro ejemplo de amor, no el amor verdadero que se enfoca hacia afuera en los demás, sino un amor falso que se enfoca en uno mismo. El hombre rico en la parábola estaba completamente absorto en sí mismo. Su amor y su vida estaban completamente dirigidos hacia sí mismo, y, por lo tanto, no tenía absolutamente ningún amor, ni compasión, ni siquiera ningún interés en el pobre Lázaro que estaba yaciendo en la entrada de su casa. Este hombre rico realmente era pobre porque estaba atrapado en su pequeñísimo mundo que rodeaba sólo a él. No hizo ningún intento para dejar que alguien o algo lo sacara de su pequeño mundo, de sí mismo, o lo inspirara para que hiciera un sacrificio para alguien más. Por lo tanto, no tuvo impacto en la vida de Lázaro ni probablemente en la de nadie más.

 

Para mí, esta parábola del hombre rico y Lázaro es una de las más tristes que Jesús haya contado, y me ha inspirado a hablarles hoy sobre el amor, el amor profundo, comprometido y verdadero, o sea, el tipo de amor que ha impulsado a John Wood a hacer lo que ha hecho por estos diecinueve años, y el amor que te ha impulsado a ti a sacrificarte e impactar las vidas de los que amas. De alguna manera, esto es de lo que les he estado hablando estas últimas cuatro semanas en esta serie de predicación, "Todo Por Jesús". He estado tratando de compartir con ustedes acerca del amor profundo, comprometido y verdadero que Jesús tiene por ustedes y desafiándolos a tener un verdadero amor por él. Espero que puedas entender mejor después de estas cuatro semanas cuánto Jesús te ama y cuánto necesitas a Jesús no solo en tu vida, sino en el centro de tu vida. Y espero que eso te lleve a un amor cada vez más profundo y verdadero que cambie la forma en que vives tu fe católica.

 

A lo que se reduce toda esta serie de predicación, y a lo que yo diría que se reduce toda nuestra fe católica, es a esto: enamorarse de Jesús. No solo saber de él, no solo creer en él, ni mucho menos tratarlo como un conocido con el que hablas de vez en cuando; sino enamorarte de él, tener un amor profundo, comprometido y verdadero por él y hacer que tu vida sea todo por él. Este es el amor que te sostendrá en los altibajos de tu camino espiritual; es el amor que te inspirará a darle a Dios lo mejor de ti y no solo tus sobras; y es el amor que realmente impactará a tu vida y a la de quienes te rodean.

 

Lo que me gustaría que hicieras en este momento es tomar unos segundos y pensar en todo lo que Jesús ha hecho por ti en tu vida, cuántas veces te ha bendecido y tocado...Ahora, deja que esos pensamientos llenen tu corazón de gratitud y de un deseo de mostrar tu amor por Jesús y crecer en ese amor que le tienes. Ahora, me gustaría darte una oportunidad ahora para mostrarle a Jesús, mostrarte a ti mismo y mostrarles a los demás que están aquí en la iglesia cuánto significa Jesús para ti. Por lo tanto, me gustaría tener una llamada al altar en este momento. Te invito a que salgas de tu banca y camines hasta aquí conmigo en el atar como una forma de mostrar tu amor por Jesús y tu compromiso con tu relación con él. Así que, si realmente quieres que Jesús toque tu corazón, cambie tu vida y te acerque a él, te invito a que vengas al altar ahora mismo. Yo sé que hacer esto no es muy común en nuestra Iglesia Católica, pero creo que es importante que nosotros los católicos de vez en cuando hagamos algo público para dar testimonio de nuestra fe unos a otros.

 

Aquellos de ustedes que no pueden caminar fácilmente, los invito a ponerse de pie, en su banca si lo desean. Y les recuerdo que esta llamada al altar no es solo para darnos un bonito sentimiento momentáneo para sentirnos bien. Realmente tiene la intención de significar algo duradero y quizás ser un momento de encuentro con el Señor en tu vida. Está destinado a ser un momento en el que le dices: “Señor, me entrego a ti. ¿Y ahora qué quieres que haga en mi vida? Te invito a abrir las manos con las palmas hacia arriba, si quieres, para demostrar que estás abierto a lo que Dios quiere hacer en ti en este momento; y también puedes cerrar los ojos, si quieres, para que puedas concentrarte mejor.

 

...Y ahora me gustaría pedirles a todos los que lo deseen – los que están aquí arriba en el altar o parados o sentados en las bancas – que repitan esta oración de compromiso después de mí.

 

 

*** Oración de Compromiso ***

Señor Jesús, // Te abro mi corazón en este momento // Quiero mostrarte mi deseo //

por una fe más profunda //

Quiero enamorarme más de ti, Señor. // Quiero vivir para ti. //

Quiero compartir tu amor con los demás. //

 

Señor, ayúdame a soltarme//de cualquier resentimiento, // amargura o ira //

de cualquier culpa // o vergüenza por errores pasados, // de cualquier pecado en mi corazón //

de cualquier temor que me detenga.

 

Señor, dame fuerzas mientras ando // en este camino contigo //

Ayúdame a darte lo mejor de mí // y no mis sobras. //

Señor Jesús,// por favor cámbiame, // por favor guíame // y por favor lléname // de amor por ti. // Amén.

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...Ahora, quédate en este momento de oración por unos segundos y sepa que Jesús está contigo y te ama...déjalo que hable a tu corazón…

 

Ahora pueden regresar a sus asientos. Gracias por participar en este llamado al altar, por tu humildad al reconocer tu necesidad de Jesús y tu disposición a mostrar tu amor por él. Espero que esta experiencia te fortalezca en tu camino con el Señor. Y recuerden, hermanos y hermanas: ¡es todo por Jesús!