St. Dominic Catholic Church

Homilies

2019-6-30-13th Sunday-Yr C-Spanish

 

 

Homilía 13º Domingo – Año C

P. Roberto Corral, OP

Iglesia de Santo Domingo, Los Ángeles, CA

30 de junio de 2019

 

Título: Soltarte de las Cosas

Tema: Para seguir a Jesús tenemos que soltarnos de todo lo demás.

Lecturas: 1 Reyes 19, 16b-19-21; Gálatas 5, 1, 13-18; Lucas 9, 51-62

 

En diferentes partes del mundo, sobre todo, en África, Asia y América Latina, hay muchos monos salvajes. Y en esos lugares, los cazadores han encontrado unas formas muy inteligentes y fáciles para capturar a los monos. Entre ellas es ésta. Primero tienen que fabricar un contenedor en la forma de una jarra. En él le echan piedras pesadas para que no se pueda mover muy fácilmente. Aseguran que la abertura esté muy estrecha para que un mono apenas pueda meter su mano en él. Luego ponen en el fondo del contenedor algo que a los monos les encanta comer, como dulces, nueces o una banana. Por fin, colocan el contenedor en un lugar abierto y se esconden. En poco tiempo, llega un mono, huele las delicias en el fondo del contenedor, se acerca, se mete la mano y agarra la comida. Pero al hacer esto, el mono ya no puede sacar su mano del contenedor porque ahora su mano es un puño lleno de la comida. Para poder sacársela, sólo tendría que soltarse de la comida. Pero en casi todas las veces, los monos simplemente no la sueltan. Y, porque el contenedor es pesado, el mono se lo puede llevar. Entonces el mono está atrapado allí, y el cazador viene y captura fácilmente al mono... todo porque el mono no quería soltarse de lo que anhelaba.

 

Entonces, ¿qué tiene que ver todo esto con nosotros o con las lecturas de hoy? Bueno, yo diría que mucho porque creo que es una gran ilustración de una trampa en la que los seres humanos también podemos caer en nuestra vida: la trampa de no poder soltarnos de las cosas. Esto es especialmente cierto en cuanto nuestra fe y nuestra relación con Jesús. La clave de la espiritualidad, de ser un discípulo maduro de Jesús es precisamente la capacidad de soltarse de las cosas. Y yo diría que nuestras lecturas de hoy enfatizan ese hecho.

 

Voy a enfocarme solo en el Evangelio de hoy. En el Evangelio, hay tres escenarios diferentes que nos muestran que seguir a Jesús significa que tengamos que soltar algunas cosas. El primer escenario es cuando Santiago y Juan quieren invocar fuego del cielo sobre una aldea samaritana que había rechazado a Jesús. En primer lugar, ¡qué arrogancia de su parte el pensar que tenían ese tipo de poder para hacerlo! El evangelio dice simplemente que Jesús se volvió y los reprendió. Cualesquiera que fueran sus palabras, me imagino que Jesús les puso en claro que si iban a seguirlo tenían que soltarse de su arrogancia, su egoísmo, su mezquindad y su deseo de venganza.

 

En el segundo escenario, un hombre le dice a Jesús que quiere seguirlo, pero Jesús responde con la declaración: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza". En otras palabras, Jesús le está diciendo a él – y a nosotros – que si vamos a seguirlo, debemos estar dispuestos a soltarnos de nuestra necesidad para la seguridad, la comodidad y el tener control de nuestras vidas.

 

Finalmente, en el tercer escenario, Jesús llama a dos personas que lo sigan, pero la primera le responde que primero quiere enterrar a su padre muerto, y la segunda quiere permiso para despedirse primero de su familia. Jesús suena bastante duro y les dice que no a ambos. ¿Entonces, qué está pasando aquí? ¿Es Jesús siendo cruel y demasiado exigente? ¿Les está diciendo que tienen que ignorar sus responsabilidades de cuidar a sus seres queridos? Claro que no está diciendo eso. Su punto es que seguirlo exige una respuesta inmediata y un compromiso total. O sea, no podemos posponer y posponer nuestro seguimiento de Jesús; tenemos que actuar ahora. Y no podemos seguirlo a medias sino completamente. Nuestra relación con Jesús tiene que ser la prioridad primordial en nuestras vidas. Y eso significa que tenemos que estar dispuestos a soltarnos de todo lo demás colocándolo detrás de Jesús en nuestra lista de prioridades. Y si en algún momento, tenemos que elegir entre seguir a Jesús y cualquier otra cosa, tenemos que elegir a Jesús.

 

Entonces, tengo dos preguntas para todos ustedes hoy: ¿Quieren seguir a Jesús? Espero que todo digan que sí. Luego, la segunda pregunta es, ¿de qué necesitas soltarte en tu vida para seguir a Jesús más completamente, más fielmente, más de cerca? Cada uno de nosotros aquí tiene al menos una cosa de la que debemos soltar, y probablemente más de una. Pues yo compuse una lista de las cosas que, a lo mejor, tendríamos que soltar si queremos seguir a Jesús, y dividiría esas cosas en tres categorías de la siguiente manera:

 

Adicciones o tendencias no saludables: Algunos de nosotros necesitamos soltarnos de nuestra adicción a los alimentos, o al menos a ciertos tipos de alimentos poco saludables; algunos de nosotros necesitamos desprendernos de nuestra adicción al alcohol o a las drogas. Para otros de nosotros, estamos llamados a soltarnos de nuestra adicción a los aparatos electrónicos: del celular, de la computadora, de la televisión,  del Internet, etc. Para otros su adicción es a los juegos de azar o al sexo o a la pornografía. Cualquier cosa que domine nuestras vidas de una manera no saludable, cualquier cosa sin la que pensamos que no podemos vivir, es algo que Jesús quiere que soltemos para nuestro propio bien. Aquí hay dos pistas que nos pueden ayudar a reconocer si somos adictos a algo: Primero, si nos encontramos mintiendo con respecto a una actividad o cosa en particular o, segundo, si somos muy secretos al respecto, entonces esa actividad o cosa probablemente no sea saludable para nosotros, y debemos soltarnos de ella.

 

 

Miedos: Jesús nos llama a superar y a soltarnos de nuestros miedos como el miedo al fracaso, el miedo a lo desconocido o al miedo al porvenir. Algunos de nosotros tenemos que soltarnos del miedo a la soledad o el miedo a la muerte. Todos estos temores se basan en el miedo de confiar en Dios; tenemos miedo de que de alguna manera Dios nos decepcionará. Jesús nos desafía a dejar a un lado todos nuestros miedos.

Necesidades y deseos: Algunos de nosotros tenemos que soltarnos de nuestra necesidad de ser apreciados, de siempre tener la razón, de ser exitosos, de estar cómodos o de tener el control de todo. Otros tienen la necesidad o el deseo de mantener una relación que no es buena para ellos. Y algunos de nosotros tenemos el deseo de aferrarnos a un dolor o recuerdo del pasado, por lo que no podemos soltarnos de la ira, la amargura, el resentimiento o incluso el odio. Esto nos lleva a rehusar a perdonar. Jesús quiere que nos soltemos de esa pesa negativa en nuestros corazones, que soltemos el pasado y que sigamos adelante.

 

Estas son algunas de las cosas que se me ocurrieron a mí, y estoy seguro de que hay otras cosas en las que puedes pensar que tú u otras personas deben soltarse. El punto es, si realmente queremos seguir a Jesús, tarde o temprano tenemos que soltarnos de cualquier cosa que nos atrape, nos domine y nos impida de ponerlo a él primero en nuestras vidas.

 

Mis hermanos y hermanas, Jesús no quiere que seamos como esos monos que terminaron atrapados y perdieron su libertad porque no podían soltarse de algo que anhelaban y a lo que se aferraban. Jesús quiere que todos nos soltemos de las cosas para que podamos ser libres para experimentar la vida abundante que él nos ofrece y seguirlo a donde él quiera llevarnos.